sábado, 1 de marzo de 2014
Embellecimiento Llanto de animales Es correcto embellecernos Lloran alguna vez los perros y los gatos Preguntas y respuestas
Preguntas y respuestas (sección)
Se inicia una sección fija en esta bitácora, en la cual se dan respuestas correctas a diversos problemas. Siempre se indica la fuente de los textos.
¿Es correcto embellecernos?
Hay muchas clases de belleza: una que perduran y otras que pronto se malogran. Poco podemos influir sobre la belleza que pudiéramos llamar transitoria, pues depende de nuestro nacimiento y fortuna; pero algo podemos hacer, sin embargo, llevando una vida morigerada y metódica, no excediéndonos en el comer y menos en el beber, respirando aires puros el mayor tiempo posible y procurando mantener nuestra piel limpia y que los músculos de la cara conserven su vigor natural. Todo esto es bueno que lo hagamos, ya por ello en sí, ya por los efectos que ejerce sobre nuestra apariencia exterior.
No obstante, existe otra clase de belleza aun más trascendental e importante, e ilimitada, que podemos nosotros mismos procurarnos, si somos bastante sabios para ello; y esta belleza es la de un alma inocente que brilla a través del semblante, como la luz del interior de una casa a través de sus ventanas en una noche obscura.
Dando sólo acogida a los buenos pensamientos, reprimiendo nuestro carácter y perseverando firmemente en nuestros propósitos, podemos grabar en nuestros rostros la historia de lo que han sido nuestras vidas. Todos los estados de ánimo influyen en la expresión de la faz, y, andando el tiempo, los sentimientos que más frecuentemente hemos experimentado van trazando en nuestros rostros ciertas líneas indelebles que hacen que los niños se acerquen con cariño unas personas, y huyan de otras con pavor. En nuestras manos, pues, está el labrar nuestra belleza o fealdad en el más importante sentido.
¿Lloran alguna vez los perros y los gatos?
Los perros y los gatos tienen con mucha frecuencia motivos más que sobrados para llorar amargamente, y, sin embargo, jamás vemos ejecutar a estos animales ningún acto que pueda ser con propiedad calificado de llanto. Poseen glándulas lagrimales, lo mismo que nosotros, porque las partes anteriores de los globos de sus ojos necesitan conservarse limpias y húmedas, lo mismo que las nuestras; y hasta es posible que dichas glándulas produzcan las lágrimas con mayor abundancia y rapidez en unas ocasiones que en otras; pero no por esto podemos decir que los perros y los gatos lloran.
Sería cosa interesante estudiar las especies de animales que más se parecen al hombre y ver si existe el llanto entre ellas. Los animales más cercanos a nosotros son los monos, entre los cuales existen cuatro especies que se aproximan a nosotros mucho más que las otras. No cabe duda alguna de que ríen y hacen muecas, pero ninguno de ellos llora; el hombre es el único ser que tiene esta propiedad, sin que nadie sea capaz hasta ahora de explicarnos el por qué.
Enciclopedia «El tesoro de la juventud». (Editorial W. M. Jackson, Inc. Londres).
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