Aclaraciones

Apreciado lector:

¡Gracias por visitar la bitácora!

Todos los artículos de esta bitácora son de interés permanente; es decir, no pierden valor ni envejecen con el paso del tiempo.

Podrá usted leer todos y cada uno de los artículos publicados en esta bitácora viendo el ÍNDICE DE ARTÍCULOS Y TEMAS, ubicado en la columna derecha. Allí aparecen los títulos de todos los artículos publicados aquí, y pinchando en cada uno de ellos se podrá leer el artículo correspondiente.

Los artículos de esta bitácora NO son copias de otros artículos de otras páginas de internet, excepto si se dice lo contrario. Casi todos ellos no son de la web, sino de publicaciones impresas.

Todos o casi todos los artículos aquí publicados han aparecido por primera vez en internet en este sitio. Aunque se han publicado antes en libros y revistas, todos o casi todos ellos son una novedad en internet.

Los artículos publicados aquí son transcripciones de libros y revistas cuya calidad y seriedad son incuestionables.

jueves, 16 de junio de 2011

Holanda (parte I).

.
HOLANDA (parte I)
.
CÓMO SON SUS HABITANTES Y CÓMO COMPORTARSE EN ESE PAÍS
.
por Antoine Schmitz
.
.. Si tiene usted ocasión de encontrarse entre holandeses, evite mostrarse demasiado amable. Este consejo sirve para todos aquellos que para establecer cierta intimidad con su interlocutor tienen la costumbre de decir amabilidades no sentidas, en muchos casos o hace proposiciones que si fuesen aceptadas les desagradarían. La excesiva amabilidad inspira desconfianza al holandés; le choca y le molesta y se alejará de usted con cierto desdén. Pocas palabras, pocos gestos y apretones de mano. Sea usted con él algo frío; será el mejor modo de ganar su confianza y de inspirársela.
.
.. Las costumbres anglosajonas han dejado huellas en los Países Bajos. El té ha adquirido la supremacía que tiene el café con leche en Alemania, Bélgica y Luxemburgo. La gente del pueblo trata de vestir a la inglesa y tomar té, pero la diplomacia y la marina de guerra son los dos sectores de la sociedad más influídos por Inglaterra.
.
.. Conociendo al hombre y sus gustos es más fácil llegar a comprender su comportamiento externo. El holandés no tiene la rigidez del alemán, que siempre parece que se ha tragado un paraguas. Tiene más bien la digna frialdad inglesa, aunque en la gente del pueblo resulta un poco excesiva. El holandés más que amable es correcto. No quiere prometer ni que le prometan. La desconfianza y la lentitud de espíritu son características en el holandés. El mismo hombre que con su familia y sus hijos es tan cordial, pondrá a cierta distancia al extranjero que ve por primera vez, y tendrá que pasar bastante tiempo antes de que las relaciones adquieran alguna intimidad entre ellos; pero una vez roto el hielo y establecida la confianza, la amistad será duradera. El holandés es persona con la cual se puede contar siempre.
.
.. Aunque frío y reservado es, al mismo tiempo, sencillo y realista. No tiene vanidad. Cuando le saludan no espera oírse nombrar con el título de su profesión, «señor doctor», «señor ingeniero», etc., como se hace en Alemania; pero durante una conversación hay que decir siempre «el señor o la señorita tal...», nombrando el apellido. Solamente se puede omitir al hablar con una señora; se le dirá así sencillamente. Todo esto hay que observarlo estrictamente.
.
.. Puntualidad al minuto y al céntimo.En Holanda, al contrario de lo que ocurre en Bélgica, no le tutearán a usted. El tuteo lo emplean sólo cuando media mucha intimidad, cuando entre ellos se llaman por el nombre de pila. Los niños no tutean nunca a sus padres ni a sus profesores, y muy raramente a los extranjeros. En cambio entre ellos, sobre todo entre los jóvenes, enseguida se tutean.
.
.. La primera vez que le inviten a una casa holandesa llegue usted muy a punto, sobre todo si es francés. Los holandeses son muy puntuales. Cuando dicen una hora, tal hora ha de ser, y al minuto. No se arriesgue a llegar tarde si no quiere provocar una sonrisa entre dientes.
.
.. Los holandeses no solamente tienen la costumbre de ser exactos, sino también la de llegar con unos minutos de anticipación. Ténganlo en cuenta los extranjeros cuando sean ellos los que inviten. Si la invitación era para las ocho, es fácil que lleguen a las ocho menos cinco. La exactitud es uno de los elementos esenciales de la educación holandesa.
.
.. Esa misma exactitud la observan en todo lo que tiene relación con el dinero. El holandés cuenta hasta el céntimo. Dicen algunos que es la consecuencia de ser un pueblo acostumbrado al comercio, y por lo tanto, interesado; pero esto es pensar mal. El holandés suele ser generoso, pero exacto en las cuentas. Si tiene usted que arreglar alguna cuenta con él, hágalo con extrema precisión.
.
.. Al muy respetable señor X.Al redactar el sobre de una carta, ponga mucha atención. Sería un grave descuido el que no pusiera delante del apellido las iniciales del nombre.
.
.. Los que quisieran redactar un sobre creo que no habrá muchos extranjeros que sepan escribir este difícil idioma tendrían que aplicar un código de extrañas expresiones para indicar la profesión de la persona a quien va dirigido. Si se trata de un burgués, de un ingeniero, un abogado, un juez, un general o un ministro, se pondrá según el caso, «Al muy noble señor X» o «Al muy noble y respetado señor...» o «Al muy noble y muy estimado señor...» Entre todas estas anticuadas fórmulas, los mismos holandeses tienen que reflexionar para encontrar la calificación exacta que corresponde. En cambio, la terminación de las cartas no ofrece dificultades; siempre será la misma Hoogachtend, que corresponderá, más o menos, a «con todo respecto» o «con toda mi consideración». En los países latinos y otros muchos germanos la vida social se desenvuelve con frecuencia en los lugares públicos: cafés, salas de té, restaurantes, etc. En cambio en Holanda se concentra en la casa. Hay pocos pueblos que amen y cuiden tanto sus hogares como el holandés, y tiene éste un arte especial para arreglar con poco una habitación bonita y confortable. Para expresar la agradable expresión que se siente en un hogar así de acogedor emplean la palabra gezellig, equivalente al gemütlich alemán y que no tiene traducción.
.
.. Como consecuencia de esto se hacen y se reciben numerosas visitas, y aunque parezca extraño se puede ir de improviso a una casa lo mismo a las once de la mañana que a las cuatro de la tarde o a las ocho de la noche, aunque no haya mucha intimidad. El holandés es hospitalario, y le agradará que llame usted a su puerta. Será para él una prueba de amistad. Si va por la mañana le ofrecerán una taza de café, y si son las cuatro de la tarde le servirán el té. Tienen organizada la vida de manera que los hombres terminan de trabajar a las cinco o a las seis de la tarde. La cena tiene lugar a las seis y media, lo que permite unas largas y agradables veladas. Si va usted después de cenar le ofrecerán una taza de té, galletas y dulces.
.
.. Es muy celebrado en todas las familias el día del cumpleaños, y no sólo se festeja a los hijos y a los padres, sino también a los primos, a los tíos y a los amigos. En los Países Bajos son numerosas las familias con cinco o seis hijos, y es preciso llevar muy bien las listas con las fechas de los nacimientos. Tienen una fiesta por semana, y en gran número de casas, para no olvidar los días memorables, cuelgan en el cuarto de estar un calendario especial en el que están señaladas las fechas de los cumpleaños que hay que felicitar. La persona festejada no sólo recibe regalos de sus amigos, sino que también ella los ofrece. En las oficinas, el jefe obsequia a sus empleados con pastas y dulces y los niños llevan al colegio bombones a sus condiscípulos. Con tantas solemnidades, cada vez es más alto el presupuesto.
Antoine Schmitz en «Saber vivir internacional», publicada por Pierre Daninos y Doré Ogrizek.
N. B.—Véase la 2.ª y última parte de este artículo: Holanda, parte II.

No hay comentarios: