viernes, 27 de marzo de 2020
Lenguaje inclusivo payasada
“Lenguaje inclusivo”,
la payasada lingüística
Por
A. E. S.
Hace algunos años, los hispanohablantes empezamos a leer y oír, además
de los habituales barbarismos difundidos principalmente por los periodistas y
locutores de radio y televisión, una manera de expresarse, que no es ya solo
incorrecta, sino además ridícula y payasesca. Me refiero a lo que se ha dado en
llamar con el falso y eufemístico nombre de “lenguaje inclusivo”.
Esa forma de decir, por ejemplo, “los
españoles y las españolas”, “los niños y las niñas”, “todos y todas” y otras
frases similares, como “amigues” y “médiques”, por “amigos” y “médicos”, de
ambos sexos; en lugar de la forma correcta “los españoles”, “los niños”, etc.,
sobrentendiédose, como siempre ha sido, que de ésta última manera quedan
incluídos los españoles y españolas, niños y niñas, etc.
Esta incorrecta forma de expresión fue y es
promovida exclusivamente por personas de ideología política de izquierdas, y
esto se puede comprobar oyéndoles usarlas y viendo que pertenecen siempre a
algunos de los partidos de izquierda. Pretenden ellos que todos les imitemos y
nos prestemos a expresarnos de esa manera. Esto ocurre en muchos países
hispanohablantes. Empero, las personas de mediana cultura hacia arriba, no se
expresan así, y se resisten a hacerlo, sabiendo que es lingüísticamente
incorrecto, además de ridículo.
La Real Academia Española ha rechazado dos
veces el llamado “lenguaje inclusivo”, por considerarlo incorrecto. Se podía
leer hasta hace pocos días, en el sitio en línea de la Academia, los
fundamentos de ese rechazo. Ahora bien, ese fundamento escrito en el sitio de
la Academia, ya no aparece. Parece ser, aunque no puede asegurarse de momento,
que la Academia quiere aceptar parte de esa bufonada del “lenguaje inclusivo”,
al ponerse a colaborar en la redacción de la nueva Constitución de España. Si
dicha institución aceptare el “lenguaje inclusivo”, muchas personas le
perderemos el respeto intelectual que le guardamos. Ciertamente, la Academia ha
aceptado cierto número de vocablos y expresiones que son verdaderamente
incorrectos. La R. A. E. se ha relajado y se ha puesto muy obsecuente en los
últimos años. Parece ser que ya no es aquella Academia tan respetable en la que
no cualquier escritor, en la que ningún escritor del montón podía acceder a ser
miembro de ella. La Academia ha perdido la excelente calidad que tenía antaño.
Por ello existen gramáticos, lingüistas y lexicólogos que rechazan varios
juicios emitidos oficialmente por esa institución, y explicando los fundamentos
para rechazarlos. Uno de esos ilustres gramáticos y lingüistas es el doctor don
Manuel Seco Reymundo, autor del “Diccionario de dudas y dificultades de la
lengua española”, entre otras obras, que fue secretario perpetuo de dicha
Academia.
Dos profesores de lengua castellana, Jorge
N. Ferro y María D. Buisel, entrevistados por el periódico La Nación, de Buenos
Aires, el más importante diario de la Argentina, dicen acerca del particular:
Profesora Buisel: “Es un disparate
para coaccionar. Recuerdo una observación de Theodore Dalrymple, seudónimo de
Anthony Daniels, un médico inglés, viajero muy agudo, sobre la propaganda
comunista, que se expresaba más o menos así y se puede aplicar a la pregunta:
"El propósito de la propaganda comunista no era persuadir o convencer o
informar, sino humillar; y por lo tanto, cuanto menos correspondía a la
realidad, mejor". Cuando las personas se ven obligadas a permanecer en
silencio cuando se les dicen las mentiras más obvias, o peor aun, cuando se ven
obligados a repetir las mentiras, pierden su sentido de probidad. La
aquiescencia a las mentiras más obvias es en cierto modo una manera de ser uno
mismo parte del mal. La capacidad de la persona para resistir es así erosionada,
e incluso destruida. Una sociedad de mentirosos y castrados es fácil de
controlar”.
Profesor Ferro: “El
lenguaje inclusivo es un disparate. Es una animalada que no resiste el menor
análisis. Se le resta toda espontaneidad, todo matiz (al idioma). Y además, ¿por
qué está mal que haya masculino y femenino? Por ejemplo, el uso de la
"e". Ya existen en castellano los adjetivos terminados en
"e", que son para los dos géneros. Y eso viene del latín. Se dice
"hombre alto", "mujer alta", "hombre grande",
"mujer grande". Decir "presidenta" es un disparate porque
la "e" de "presidente" ya es neutra. Ahora veo que también
se usa en el verbo: "cantemes" o "cantames".
Otro disparate porque el verbo no tiene
género. El verbo es la palabra que tiene más accidentes: persona, número,
tiempo, modo y voz, pero no tiene género. Un hombre dice "yo canto" y
una mujer también dice "yo canto""
Veamos y oigamos a continuación, una
compilación de fragmentos de discursos en los que se usa el “lenguaje inclusivo”.
Es por cierto una ridícula bufonada, que puede hacer reir, llorar o indignar a
las personas que tengan de una mediana cultura hacia arriba, según la
personalidad de cada quien. Otra cosa muy cierta, además del mal gusto que
caracteriza a quienes aparecen en el vídeo, es que ellos, al igual que los
payasos de circo, no temen nada al ridículo. Y por último, son tan ridículos
algunos fragmentos de su oratoria, que quien los oye puede llegar a creer que
es una broma, o que el audio ha sido trucado; mas no es una broma ni fue
trucado el audio; esta gente habla en serio y se toma en serio lo que dice. No importa que sigan rebuznando, ya que, como dice un refrán español, los rebuznos nunca llegan al cielo.
Alejandro E. Spalvieri.
N. B. —El vídeo mencionado fue eliminado. Otro vídeo en relación a este tema:
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